Todas las organizaciones son conscientes de que si quieren mantener en permanente funcionamiento su infraestructura informática deben recurrir a la utilización de unos computadores especiales, conocidos como servidores, los cuales ofrecen grandes capacidades de procesamiento para asegurar la continuidad del negocio.
Estos equipos presenta un estructura diferente a un computadora personal y han ido variando su fisonomía, tanto interna como externa, para adecuarse a las crecientes necesidades de las empresas.